martes, 27 de octubre de 2009
Llegada sorpresa.
Golpes en la puerta, miro hacia ella esperando que me diga que hacer, cruce de miradas.
Velozmente me despojo del pijama y me calzo un chandal, no espero a nadie.
Otro golpe en la puerta y la incertidumbre me domina,¿ Sera...?.
La verdad es que les dije a estos que se pasarian pero no quedamos en nada seguro, igual son ellos, aunque, quiza, sea algun vecino en busca de algo...
Dirijo los pasos hacia alli, el pasillo largo, oscuro, cubierto por imagenes de reteneros en incendios forestales, armados con pulaskis, batefuegos y mangueras parecen cobrar vida en mi propio pasillo.
Hace ya tiempo de los grandes incendios, en los ultimos tiempos no se ha quemado gran cosa, la concienciacion ciudadana y el buen hacer del operativo ha logrado mantener los montes sin un feo manto negro, y ya no se consiguen fotos tan espectaculares, mejor.
Espera, oigo a mi espalda, freno mi marcha y me jiro, clavo mi mirada en sus ojos y espero un gesto o señal, pero no obtengo nada. Su mente, atolondrada parece que esta muy lejos pero su cuerpo esta quieto, baja la cabeza y clava su mirada en su cuerpo.
Retrocedo velozmente y le lanzo un pantalon seco de mi cuarto, me doy cuenta y vuelvo a entrar para cederle con tranquilidad mi chaqueta de chandal la cual le queda bastante mejor que al mendas lerendas.
La verdad que recorrimos varios kilometros con la cabeza agachada en busca de algun boletus y no miramos al cielo y el cielo nos lo cobro, el primer trueno retumbo en el bosque de encinas y robles precedido por un espectacular relampago que nos abrio los ojos enseñandonos un atisbo del futuro proximo que nos esperaba. Esperamos volver raudos al coche pero el cielo fue despiadado con nosotos y nos descargo una inmensa cortina de agua encima de nosotos, con nocturnidad y alebosia. Entre rias y tiritando habiamos entrado en el apartamento.
La manilla estaba fria, derrepente recorde ese consejo que tantas veces le habia recordado a mi abuela, antes de abrir la puerta cerciorate de quien es mirando por la mirilla, y como algo curioso lo puse en practica.
Retrocedi de la puerta y me quede observando, pensando en lo que podia pasar.
¿ Quien es?
Alguien a quien no esperaba.
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