lunes, 6 de abril de 2015

Marea de fuego y lucha Para la mayor parte de la gente mañana, 1 de marzo, será un domingo más para descansar y disfrutar de la familia; pero para los compañeros y compañeras que actuamos en los incendios forestales en toda España es un día muy especial. Por un lado, es el día que todos los profesionales de la prevención y extinción de incendios nos unimos en Madrid formando una gran Marea de Fuego para reivindicar el reconocimiento de nuestra categoría profesional - la 5932, de Bombero Forestal-. Por otro lado, este día recordamos juntos a los compañeros fallecidos en la lucha contra los incendios forestales, les brindamos su merecido homenaje y arropamos a sus familias. Desde que las competencias en incendios forestales fueron transferidas a las comunidades autónomas a finales de los años 80, el caos se instauró y cada comunidad gestiona su propio sistema a su manera, con jornadas y condiciones laborales muy dispares entre unas y otras. Un caos que se refleja también en nuestra nomenclatura: somos denominados bomberos, especialistas, brigadistas, peones forestales u operarios forestales, por nombrar algunos. Una tesitura en la que también se encuentran los compañeros de otro operativo de lucha contra incendios del que dispone el Estado, las Brigadas de refuerzo en Incendios Forestales (BRIF.
Debido a esta macedonia de nombres, jornadas, remuneraciones, condiciones laborales y recursos… surgió en 2014 la idea de unir a todos los combatientes contra incendios forestales de España en una única categoría profesional, la 5932 de BOMBERO FORESTAL, como aparece contemplada en el real decreto 1591/2010, del 26 de noviembre, por el que se aprobó la Clasificación nacional de ocupaciones. Y así nació la primera Marea de Fuego. Hace hoy un año, más de 1.000 profesionales de toda España desfilaron en Madrid durante 5 kilómetros reivindicando su malestar, la dejadez con la que las administraciones públicas les tratan y la petición unánime del reconocimiento en todas las comunidades y por parte del Estado de la categoría profesional de Bombero Forestal. Este primer movimiento no se quedó solo en una marcha; en cada comunidad, asociaciones y sindicatos siguieron con la idea, y poco a poco vimos los primeros resultados: el 29 de septiembre de 2014, las Cortes de Aragón admitieron a trámite la proposición no de ley número 240/14, sobre el reconocimiento de la categoría profesional de bombero forestal. Seguidamente, el presidente de Extremadura anunció públicamente su compromiso. Aquí en La Rioja, desde UGT solicitamos formalmente el reconocimiento de la categoría de bombero forestal, por escrito y en persona reuniéndonos con el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio ambiente. Exponiendo la necesidad del reconocimiento, para, entre otras cosas, poder acogernos a los coeficientes de la edad de jubilación (otra discriminación entre comunidades). Aquí trabajamos los doce meses en prevención y extinción de incendios forestales, somos personal laboral de la administración riojana y llegamos a los 60 años con muchas dolencias producidas por el desempeño de nuestras labores. Es normal que llegado a esta edad los compañeros sean retirados de la primera línea de fuego, dejando diezmada a la cuadrilla y, por ende, mermando el servicio a la ciudadanía. Por todo ello, hoy, como el año pasado, una veintena de compañeros en nombre del operativo riojano formarán parte de la Marea de Fuego. “Los de amarillo”, llenaran las calles de Madrid solicitando el reconocimiento a su trabajo, a su esfuerzo y a una profesión dura, penosa pero gratificante cuando consigues detener el avance de las llamas. Y recordarán, en una línea de fuego, a los compañeros que cada año nos dejan luchando contra las llamas, defendiendo casas, vidas humanas, pueblos enteros y la naturaleza, defendiendo lo de todos y en muchos casos por muy poco, constándonos muy caro esta lucha. Es de justicia reconocer y mejorar un servicio de todos y que a todos nos repercute en menor o mayor medida, homogenizar a nivel nacional un servicio que mejore el actual sistema y las condiciones de los que, batefuego en mano, están delante de las llamas, cuando tienen suerte con agua y cuando no con sus herramientas manuales, en terrenos inaccesibles, de los que a veces resulta difícil salir. (Bombero Forestal de la Comunidad Autónoma de La Rioja)